París estará lista para los Juegos Olímpicos de 2024 y acogerá más de 100 presidentes, jefes de Estado, monarcas y ministros
- Emmanuel González
- Destinos
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Recientemente, el presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, ha asegurado, a través de diferentes declaraciones a medios, así como a través de su gabinete de comunicación, que tanto Francia como París estarán listas para la celebración de los Juegos Olímpicos en 2024.
Cuando pensamos, a priori, en eventos gubernamentales e institucionales, casi siempre tendemos a visualizar grandes cumbres de carácter internacional como, por ejemplo, las cumbres del G7, G20, el Foro Económico Mundial en Davos, la Asamblea General de las Naciones Unidas, o bien ferias internacionales como FITUR, ITB de Berlín y Shanghái, etc.
Sin embargo, dentro del sector GITT (Governmental and Institutional Travel and Tourism), los eventos deportivos de dimensión internacional juegan un importantísimo papel en el plano de las relaciones internacionales y el positivo impacto en los destinos. Los ejemplos más comunes a este respecto se centran, principalmente, en los mundiales de fútbol de la FIFA, los Juegos Olímpicos, los grandes premios de Fórmula 1 o los campeonatos de tenis, entre otros.
Ello se debe a que a los mismos acuden representantes de alto nivel de cada país, en muchos casos, jefes de Estado, primeros ministros, presidentes y ministros, así como otra serie de autoridades regionales y locales. Al margen del evento deportivo en sí, estos formatos hacen las veces de visitas bilaterales o multilaterales, en las que muchos de estos líderes mundiales estrechan lazos o llegan a acuerdos para sus respectivas naciones o regiones.
Tras los Juegos Olímpicos celebrados en Japón, le toca el turno a la capital francesa, París, que ya se prepara, a contrarreloj, para celebrar unos Juegos Olímpicos históricos, en palabras del presidente Emmanuel Macron. Y es que celebrar un evento deportivo de este calibre no es fácil para el anfitrión, ya que no solo debe ofrecer las infraestructuras necesarias para que se celebre el evento, sino también garantizar que este se desarrolla sin incidencias de ningún tipo en términos de seguridad, ya que siempre es competencia del país anfitrión garantizar la seguridad de sus invitados, desde atletas, a medios de comunicación, público y, por supuesto, autoridades de todo tipo.
Los Juegos Olímpicos, por lo general, reúnen en la plaza de destino en los que se celebran, a jefes de Estado como presidentes y monarcas, primeros ministros y ministros de cultura y deporte. Son, por tanto, un evento GITT al más alto nivel, y que deben cumplir todos los estándares de seguridad, protocolo, transporte, etc. requeridos para este tipo de macroeventos gubernamentales e institucionales.
Por otro lado, tras los recientes disturbios en París –y en gran parte de Francia, Bélgica y Países Bajos-, la duda sobrevuela alrededor de la celebración de los Juegos en París, algo en lo que ya están trabajando las autoridades francesas. La capital de la República necesita, sin lugar a dudas, que un evento de estas características se desarrolle con éxito, ya que arrastra una larga trayectoria de disturbios en la última década.
Es, precisamente, en este aspecto en el que el destino se beneficia de la celebración de un evento de tal calibre. París, como es lógico, no necesita carta de presentación. Es uno de los destinos clave en el mundo, elegido por millones de viajeros domésticos cada año. Sin embargo, la celebración de unos Juegos Olímpicos en la ciudad volverá a situarla como un destino seguro y moderno, en el que la historia que recorre sus calles se entremezclarán con el espíritu olímpico a la vez que un importante dispositivo de seguridad vela por el éxito y la integridad de visitantes, deportistas, autoridades y parisinos.
Todo parece marchar viento en popa; las instalaciones están prácticamente acabadas, con una villa olímpica capaz de albergar más de 14.000 atletas con sus correspondientes preparadores. Además de ello, las instalaciones deportivas se están adecuando, sin problemas, para acoger los Juegos. Y, por último, se están estudiando planes de transporte, tanto público como privado, para conectar sin problemas los diferentes puntos de la ciudad en la que se celebrarán los juegos, pernoctarán atletas y autoridades, y se realizarán los eventos.
En este ámbito, los proveedores de servicios juegan un papel fundamental, tanto al respecto de los propios atletas desplazados, como de las delegaciones gubernamentales y de representación. Es importante tener en cuenta que París, por motivos obvios, es un enclave acostumbrado a acoger grandes eventos como cumbres multilaterales, eventos deportivos, reuniones de urgencia de la OTAN o la Unión Europea, etc.
Sin embargo, también es preciso recalcar que para un evento del calado de unos Juegos Olímpicos, en los que el mundo entero pondrá su foco en la capital francesa, se precisa de proveedores altamente especializados en este tipo de servicios GITT a todos los efectos: alojamiento, transporte, seguridad, intermediación, traducción, gastronomía, comunicación o protocolo, entre muchos otros, lo cual obligará a que de regiones y países aledaños se desplacen parte de los mismos para poder dar servicio a delegaciones de esta magnitud.
El Presidente Macron, desde Nueva Caledonia, ha afirmado “Francia está lista sin ningún ápice de duda” y, por otro lado, Laurent Núñez, prefecto de la seguridad de París, da máximas garantías para ello.
Se espera una ceremonia de apertura histórica, con un desfile fluvial de delegaciones deportivas y de autoridades a través de más de seis kilómetros en el Sena, a la que asistirán, de media, más de 500.000 personas que serán sometidas a exhaustivos controles de seguridad. Para ello, unos 55.000 policías, escoltas y equipo de seguridad estarán operativos durante la celebración de la ceremonia y los Juegos Olímpicos.
Todo apunta al éxito rotundo, Francia ofrece garantías para ello y los ciudadanos locales están deseosos de acoger un evento de este tipo, dejando atrás los recientes disturbios que se han vivido en todo el país.