Un asunto que, durante décadas, lleva generando “problemas” tanto a gobiernos como a proveedores, y agencias de intermediación, en sus desplazamientos al exterior, es el del cambio de divisas, los pagos con tarjetas de crédito o débito, o los costes generando por el propio cambio de divisas que determinadas entidades bancarias suelen realizar en este tipo de operaciones.
Tras muchos años trabajando, codo con codo, organizando viajes de gobiernos y grandes instituciones, hay una serie de patrones que se repiten en todos y cada uno de ellos, muchos los cuales, después de largos estudios haciendo uso de algoritmos y big data, se encuentran recogidos en la Norma ‘International GITT Standard’.
Quizá, el más común de todos ellos es el de los cambios de última hora, tanto antes, como justo antes y durante el viaje. Muchos de estos cambios no solo aplican a efectos de reorganización gran parte de los componentes de la Delegación, sino que implican una serie de gastos, no contemplados en la partida inicial, que en muchos casos generan determinados problemas a la hora de ceñirse a las estimaciones previstas, incluyendo contingencias.