Diplomacia en el Estadio ¿Por qué un Mundial de fútbol es un evento gubernamental e institucional?

El mundo del deporte tiene, entre los meses de noviembre y diciembre de 2022, una cita ineludible. La FIFA World Cup 2022, más conocida como el Mundial, tendrá lugar, por primera vez en la historia, en Oriente Medio, en concreto, en Qatar que, a su vez, será el país más pequeño en acoger un Mundial de Fútbol.

Al margen de los detalles balompédicos que giran en torno a las selecciones clasificadas, junto a la peculiaridad de la sede para esta edición, es muy importante tener en cuenta qué significa un evento deportivo de estas características en términos geopolíticos y diplomáticos. No debemos obviar que, como ocurre con las Olimpiadas, los mundiales funcionan como un increíble escaparate, en términos de marketing y turismo, tanto para el país anfitrión como para aquellos que compiten en el campeonato.

El gobierno catarí ya contaba, per se, con un órgano ejecutivo orientado hacia este tipo de asuntos, con un evidente enfoque turístico, ‘marketiniano’ y geopolítico, que no solo se encarga de mejorar las infraestructuras del país, sino también la imagen que este transmite al exterior: el Supremo Comité para el Desarrollo y Legado, que se ha encontrado en todo momento asesorado por la propia FIFA, con el objetivo de llevar a cabo una Copa del Mundo con las garantías y requisitos necesarios.

Qatar, consciente del evento histórico en el que se encuadra esta edición, ha desarrollado una infraestructura sin igual, nunca antes vista para un evento de este tipo. Además, para ello, ha tenido en cuenta tanto las tendencias como los retos a los que se enfrenta la comunidad internacional. A su vez, su emir, Tamin bin Hamad Al Thani, inició en 2021 una serie de viajes al exterior con un doble objetivo: promocionar Qatar como destino turístico, siendo el Mundial de la FIFA una de sus mejores cartas de presentación; y buscar nuevos socios comerciales en Europa, debido a la situación de emergencia energética existente en occidente.

El Supremo Comité para el Desarrollo y Legado, asesorado en todo momento por la FIFA,  ha diseñado y llevado a cabo en tiempo récord, como decimos, una infraestructura sin igual en la historia de los mundiales. Así, Qatar, queriendo posicionarse, aun más, en un entorno altanamente competitivo en materia turística y de eventos como es el Golfo Pérsico, ha reconfigurado, casi por completo, enclaves de la importancia de Doha, su capital, o Lusail, una pequeña localidad aledaña a Doha, que está convirtiéndose en un importante destino en materia de negocios, desarrollo, y recepción de autoridades gubernamentales e institucionales.

Además de todo ello, y dada la particularidad del destino, la FIFA, como máxima institución internacional en materia futbolística, ha hecho especial énfasis en el asesoramiento de las autoridades cataríes, impulsando importantes proyectos sostenibles, como es el caso del Estadio 974, en Doha, el primer estadio desmontable del mundo, y el único que ha recibido una calificación de 4 estrellas en el Sistema de Evaluación de Sostenibilidad Global (GSAS). Recibe su nombre por estar construido con 974 contenedores de transporte y, a su vez, marca el prefijo telefónico de Qatar. Se encuentra situado cerca, tanto del aeropuerto como del puerto de Doha, y tras el mundial, Qatar se ha comprometido con la FIFA a donar todo el material de dicho estadio a países subdesarrollados en África y Oriente Medio.

Aunque comience a finales de noviembre de 2022, el Mundial ya se encuentra en marcha. Con motivo del campeonato, Qatar recibe, diariamente, multitud de delegaciones de todo tipo, la mayor parte de las mismas están compuestas por autoridades de la FIFA, miembros de delegaciones de los 32 países que participan en el Mundial, y medios de comunicación de todo el mundo.

En términos geopolíticos se prevé un campeonato tranquilo e interesante a partes iguales, ya que la mayor parte de las selecciones nacionales clasificadas se encuentran dentro del mismo espectro político-económico en términos diplomáticos. De hecho, esta casuística, se conforma como un escenario ideal para, más allá del evento deportivo, estrechar lazos económicos, políticos y culturales entre las naciones participantes.

La Copa del Mundo de Fútbol de 2022, en Qatar, es ya un evento histórico en términos deportivos e institucionales. El cambio de fecha, la particularidad de su sede, las increíbles infraestructuras creadas para ello y la reunión de multitud de presidentes, jefes de Estado y carteras ministeriales relacionadas con el Turismo, el Deporte y la Cultura, perfilan al Mundial de Qatar como un evento deportivo, gubernamental e institucional de enorme calado.