Cumbres bilaterales y multilaterales en Oriente Medio: la respuesta de Kiev al Foro Rusia-África

Zelenski y Bin Salman se reunen en Yeda, en pleno verano, con el objetivo de lograr una “paz justa” en la guerra de Ucrania.

Hace unas semanas informábamos del éxito del Foro Rusia-África en San Petersburgo, al que asistieron más de 50 delegaciones oficiales, 17 jefes de Estado y multitud de medios de comunicación. Todo ello en pleno verano y en un contexto de escalada bélica que lleva perpetuándose desde la invasión de Ucrania, por parte de Rusia, en febrero de 2022.

Así como Moscú, con Vladímir Putin a la cabeza, buscó, en dicho foro, afianzar su papel en África y países del Próximo Oriente, y también en otros del sudeste asiático en otras cumbres multilaterales, Kiev ha iniciado su propia contraofensiva diplomática realizando una gira en Oriente Medio.

Volodímir Zelenski se reunió en la ciudad de Yeda, en Arabia Saudí, con el príncipe heredero Mohammed bin Salman, hace unas semanas. A esta inicial cumbre bilateral, cuyo objetivo principal ha sido el de estrechar lazos entre Ucrania, Arabia Saudí y otros países de la zona, se han unido más de 30 delegaciones occidentales, como la de EEUU, así como la de otros países cada vez más fundamentales en el escenario geopolítico, como Brasil e India.

En pleno verano, hemos asistido a una cumbre sin precedentes que refleja, una vez más, que los viajes gubernamentales e institucionales no conocen la palabra estacionalidad. Y es que, pese a que en occidente agosto es tradicionalmente un mes de cierta parálisis administrativa, la geopolítica y la diplomacia han de seguir avanzando, máxime cuando existe un conflicto bélico en curso que está afectando en términos humanitarios, económicos y diplomáticos a la práctica totalidad del mundo.

A la cumbre no solo han asistido delegaciones ucranianas, estadounidenses, saudíes, brasileñas, europeas e indias, sino también medios de comunicación de todo el mundo. En apenas tres días, Yeda ha vuelto a acaparar la atención de las cámaras y titulares, atrayendo a su vez a proveedores de servicios de gran parte de Arabia Saudí y otros países.

Encuentros de este tipo, pese a desarrollarse en pleno verano y con objeto eminentemente diplomático, suponen un verdadero impulso turístico en la zona, tanto durante la cumbre como tras la misma, máxime en países como Arabia Saudí, cuya apertura al turismo doméstico se realizó hace, apenas, tres años.

Además, no solo sitúan a estos destinos en el mapa, sino que atraen, a posteriori, a multitud de viajeros a los mismos, con fines de todo tipo; desde el propio turismo de negocios, al turismo cultural o de naturaleza y, por supuesto, en muchos casos, se convierten en referentes, en HUBs, de los viajes gubernamentales.

Ello propicia que proliferen proveedores de servicios relacionados con el transporte, la gastronomía, el alojamiento, la intermediación, etc., además de una continua especialización de los mismos con respecto al viajero potencial.

Volviendo a la cumbre, Arabia Saudí se ha erigido, junto a otros países como Turquía, en uno de los actores principales, en términos “neutrales”, en lo que al conflicto ruso-ucraniano se refiere. Por ello, no es casualidad que la cumbre se haya celebrado en territorio saudí. Además, los saudíes mantienen una estrecha relación con Estados Unidos, así como constantes conversaciones con el Kremlin desde el inicio de la guerra.

Sin embargo, la exclusión de Rusia de la cumbre, cuyo objeto es el de establecer diez puntos fundamentales que garanticen una paz justa tanto para Ucrania como para Rusia, ha generado cierto malestar en el ejecutivo ruso. A pesar de ello, y conforme al buen mantenimiento de las relaciones diplomáticas con parte de los miembros de la cumbre, Rusia se muestra positiva a cualquier acuerdo pacífico, según ha comentado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

Tanto África como Oriente Medio, debido a la influencia de ambos bloques en estos territorios, así como de China, parecen cruciales a la hora de llegar a acuerdos que terminen con casi 18 meses de guerra en Ucrania, y los diplomáticos occidentales se muestran esperanzados con que se alcance algún acuerdo antes de que finalice el año.

A la cumbre en Arabia Saudí le han sucedido reuniones de gran importancia en África. Para tratar de contrarrestar la influencia rusa en África, el ministro de Exteriores ucraniano, Dmitró Kuleba, visitó Guinea Ecuatorial y Liberia, en su tercer viaje al continente. La primera gira africana de Kuleba tuvo lugar en octubre del año pasado, cuando viajó a Senegal, Costa de Marfil, Ghana y Kenia, y la segunda, en mayo de este año, con visitas a Marruecos, Etiopía, Ruanda, Mozambique y Nigeria.